Las empresas forestales: un agente clave en el Pacto de Estado frente a la emergencia climática

En primer lugar, desde la Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO) trasladamos nuestro más sincero pésame a las familias de las personas fallecidas en los incendios de 2025 y la pronta recuperación de todos los heridos.

Como premisa destacamos que desde las empresas forestales que integran ASEMFO, al igual que el personal de los gobiernos autonómicos, empresas públicas, las distintas unidades de bomberos y los equipos de la administración general del Estado: BRIF y UME, junto con el resto de las estructuras del país, se ofrece lo mejor para luchar contra la lacra de los incendios forestales. España cuenta con uno de los mejores operativos de extinción de toda Europa.

Las empresas forestales son un agente clave en el Pacto de Estado frente a la emergencia climática por su papel de generadoras de actividad, riqueza y empleo en el medio rural, con excelente calidad eficiencia e innovación.

Diferentes modelos de gestión

Es impreciso y, posiblemente interesado, achacar la superficie quemada al modelo de gestión de la extinción y por supuesto en ASEMFO estamos convencidos de que el sistema de colaboración público-privada es el más eficiente posible para la gestión forestal integral y para la extinción de incendios. Una gestión forestal necesaria para minimizar las labores de extinción.

Si comparamos las comunidades de Madrid y Castilla y León, Madrid tiene un PIB 4 veces mayor que el de Castilla y León y una superficie 12 veces inferior. Por tanto, a igualdad de esfuerzo, el gasto por hectárea en extinción será aproximadamente cincuenta veces mayor en Madrid que en Castilla y León. Si el esfuerzo en extinción en Castilla y León fuera solo cinco veces mayor que en Madrid, que no lo es, el gasto por hectárea sería la décima parte.

El modelo de la Comunidad de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, con elevada densidad de población y grandes ciudades, se basa en bomberos, reforzados en mayor o menor medida por trabajadores forestales.

El modelo de Castilla y León, Galicia, Extremadura, Castilla la Mancha, Aragón… se basa en trabajadores forestales contratados por la administración pública, contando muchas veces con la participación de empresas públicas y privadas. Los bomberos de ayuntamientos y diputaciones se incorporan a las tareas de extinción.

Además de estos medios autonómicos, la Administración General del Estado aporta a la extinción fundamentalmente las BRIF de la empresa pública, y la UME del Ejército; se cuenta también con participantes como Guardia Civil y Policía.

Por otro lado, las comunidades del primer grupo tienen una ocupación del territorio más urbanizada; además, en muchos casos, la superficie forestal está demandada para usos recreativos. La inversión es mayor, no solo la pública. Muchas fincas privadas cuentan, a su vez, con mayor inversión propia de propietarios forestales.

En las comunidades del segundo grupo, en especial las áreas que este año han sufrido más intensamente los incendios forestales, la despoblación y el abandono de la actividad agraria, entendida en sus tres facetas agrícola, forestal y ganadera, son críticos.

Las comunidades del primer grupo se pueden permitir una gestión territorial con visión urbana, porque la pueden pagar, pero las comunidades del segundo grupo necesitan que la actividad económica mantenga el territorio forestal y también el agrícola. En éstas últimas el presupuesto público no llega. Hay que recordar que el presupuesto tiene que destinarse también para gestionar, entre otros, una red de carreteras acorde a su superficie y dispersión de población para llevar la educación y sanidad a todos, etc.

Colaboración de las empresas privadas

 A través de la licitación pública, la administración cuenta para la gestión de incendios con empresas forestales privadas, que aportan una larga trayectoria profesional durante más de 35 años, ofreciendo calidad, eficiencia e innovación.

En todo momento las empresas están bajo la dirección del operativo, que corresponde a la administración pública, ofreciendo un sistema integrado de gestión eficaz. 

Las empresas están en el territorio. Lo conocen a la perfección. Éste es el principal valor para proteger nuestros bosques en todos los trabajos forestales, incluyendo la extinción de incendios.

No podemos olvidar también que las empresas están ofreciendo personal altamente cualificado en labores clave, como las asociadas a la maquinaria, los helicópteros, aviones de carga en tierra, bulldozers, otras labores técnicas, como son coordinación de medios aéreos, investigación de causas, análisis y planificación de incendios.

Sobre la contratación de personal, que se está debatiendo en estos días, destacamos que las empresas forestales cuentan con sus plantillas especializadas, que se pueden reforzar en la campaña de incendios. Los trabajadores disponen de cualificación y experiencia. En los refuerzos de verano se imparte la formación necesaria y se les acompaña, integrándolos en cuadrillas en la que hay un núcleo de personal experimentado, mientras van adquiriendo la experiencia, que solo se adquiere con el tiempo.

Sí queremos resaltar que la crisis del año 2008 provocó una reducción sin precedentes de la inversión pública durante más de una década. Magníficos trabajadores del sector forestal, igual que ocurrió en la construcción, optaron por buscar otras alternativas profesionales. Las empresas forestales sufrieron una importante pérdida de personal experimentado, que todavía no se ha recuperado. En muchas zonas del medio rural ya no quedan jóvenes para reponer estos equipos, igual que escasean los médicos, maestros, etc.

Ante la reducción de la mano de obra cualificada, las empresas de ASEMFO ofrecen la formación y experiencia a quien busca integrarse en el mundo forestal. El sector de las empresas forestales se ha mostrado una vez más muy eficaz. buscando las mejores soluciones ante la falta de personal.               

Se han formado e integrado en las plantillas de las empresas personas de distintos orígenes y nacionalidades para poder acometer todos los trabajos forestales donde la población local es insuficiente. La retención del talento sí necesita la mejora de las condiciones laborales en los contratos que licitan las administraciones públicas, lo que ASEMFO ha reclamado desde hace tiempo.

Si generamos actividad constante de gestión forestal durante todo el año, a medio y largo plazo, se recuperarán todos los equipos de trabajo experimentado y se crearán las condiciones necesarias para frenar los graves incendios como los que estamos sufriendo este año.

Cuando nos fijamos en las zonas más castigadas por los incendios en 2025 localizadas mayoritariamente en Cáceres, León, Ourense y Zamora vemos que dos de estas provincias están en Castilla y León.

En esta comunidad autónoma se da la paradoja de que, con el mismo modelo operativo de prevención y extinción de incendios y similar financiación, hay provincias con un problema grave como León y Zamora y, por otro lado, están Burgos, Segovia y Soria, con muy pocos incendios, ya que son un ejemplo por su gestión forestal, aprovechamiento y producción de bienes y servicios asociados a los bosques y a la bioeconomía (sector textil, construcción, energía). Los montes rentables arden menos.

Probablemente, la inversión en prevención y extinción de incendios forestales en Soria sea menos de la centésima parte que la de Madrid y los resultados no son peores. Castilla y León y Galicia han optado por un modelo de inversión, gestión activa y puesta en valor de los recursos que, pese a pasos atrás como el de este año, está teniendo buenos resultados.

Queremos destacar que una mayor prevención no es sinónimo de más medios o personal, es una mayor y mejor gestión del combustible del monte, buscando estructuras forestales más resilientes ante las consecuencias previstas por el calentamiento global y mejor preparadas para reducir la propagación de un incendio forestal.

Por otro lado, muchas veces la ingente legislación medioambiental y la excesiva burocracia administrativa dificultan y paralizan la gestión forestal.

Debemos ser optimistas. Necesitamos una sociedad que sepa integrar todos los medios a su alcance, con modelos de colaboración público-privada. Las empresas forestales continuaremos ofreciendo el mejor servicio, como hemos hecho siempre, aportando nuestra ilusión, conocimiento y medios para gestionar y restaurar el monte, con el fin de que no se repita un año de incendios como el de 2025.

ASEMFO y el conjunto de empresas asociadas ofrecen su colaboración para definir el Pacto frente a la Emergencia Climática en el que las empresas forestales desempeñan un papel clave, por su trayectoria, conocimiento y experiencia.

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Congreso Nacional del Medio Ambiente

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Se celebrará del 17 al 19 de junio de 2021 en Tineo Asturias.

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8º Congreso Forestal Español

Se ha pospuesto a junio de 2022.